Chatarra de molibdeno

El mayor uso del molibdeno es, con diferencia, como elemento de aleación en aceros. Por lo tanto, se recicla principalmente como chatarra de acero. Las "unidades" de molibdeno regresan a la superficie, donde se funden junto con el molibdeno primario y otras materias primas para fabricar acero.

La proporción de chatarra reutilizada varía según los segmentos de productos.

Los aceros inoxidables que contienen molibdeno, como estos calentadores de agua solares tipo 316, se recolectan diligentemente al final de su vida útil debido a su alto valor.

A largo plazo, se prevé que el uso de molibdeno procedente de chatarra aumente a unas 110.000 toneladas para 2020, lo que representa un retorno a aproximadamente el 27 % del uso total de molibdeno. Para entonces, la disponibilidad de chatarra en China superará las 35.000 toneladas anuales. Hoy en día, Europa sigue siendo la región con el mayor uso inicial de chatarra de molibdeno, con unas 30.000 toneladas anuales. A diferencia de China, se espera que el uso de chatarra en Europa se mantenga prácticamente en la misma proporción del total hasta 2020.

Para 2020, aproximadamente 55 000 toneladas anuales de unidades de Mo a nivel mundial provendrán de chatarra de reversión: unas 22 000 toneladas de chatarra antigua y el resto se dividirá entre material de mezcla y chatarra de primer uso. Para 2030, se prevé que el Mo procedente de chatarra alcance el 35 % del total de Mo utilizado, gracias al mayor desarrollo de las economías de China, India y otros países en desarrollo, y a un mayor énfasis en la separación y el reciclaje de flujos de materiales valiosos.